jueves, 21 de mayo de 2009

Miserere mei Deus


El título de ésta entrada se refiere al Salmo 51, Dios ten compasión de mí, la Inquisición ordenó que se recitara mientras Morelos era azotado como parte

del castigo que se le aplicó por hereje.

El próximo año se celebra en México el bicentenario del inicio del movimiento de Independencia de México y el centenario de la revolución mexicana; y hay muchos que quisieran montarse en el caballo de éstos festejos. Así que no es de extrañarse la nota aparecida en el Periódico Universal del día 14 de Mayo del 2009; Alfredo Vargas Alonso, rector de la Universidad Pontificia de México, propuso que la Secretaría de Educación Pública (SEP) modifique los libros de texto para que se detalle la participación de la Iglesia católica en la Independencia y la Revolución.

Va a ser interesante ver el tratamiento histórico que nos va a presentar la Iglesia acerca de la intervención de sacerdotes en éstos movimientos.

Por ejemplo; si bien es cierto que Hidalgo y Morelos, sacerdotes ambos fueron cabeza del movimiento que culminó con la Independencia de México. La Jerarquía Católica en ningún momento apoyo sus acciones; de hecho, las autoridades no hubieran podido ejecutarlos sin que le precediera a su juicio civil uno eclesiástico hecho por el Santo Oficio, donde fueron degradados de su investidura en una ceremonia que involucraba, entre otras humillaciones y torturas rasparles las manos con un cuchillo.

“Te arrancamos la potestad de sacrificar, consagrar y bendecir, que recibiste con la unción de las manos y los dedos”, se les dijo en el acto.

Después de sendas ceremonias, los reos fueron entregados para su ejecución con el consentimiento del Santo Oficio. A los soldados encargados de los fusilamientos se les dijo que recibirían la bendición de Dios por sus acciónes, para calmar sus resquemores por asesinar a un sacerdote.

La Universidad Pontificia no es heredera de Hidalgo y Morelos, sino pertenece a la misma estructura que los condenó, por lo que se percibe como oportunista la sugerencia de modificar los libros de texto para resaltar el papel del catolicismo.

Por lo que respecta a la Revolución Mexicana, no salgo de mi asombro, muchas de las condiciones para que se diera el estallido social son consecuencia del contubernio entre el dictador Porfirio Díaz y la jerarquía católica, baste recordar que rompiendo el secreto de confesión en muchas ocasiones los sacerdotes le pasaban información al gobierno acerca de posibles conspiraciones, condenando así a los que inocentemente confiaban en ellos.

El chisme de cómo Porfirio Díaz que había empezado su carrera como liberal y había jurado respetar la constitución del 1857 pasó a aliarse con la Iglesia; que se sirvió de él para recuperar los privilegios que había perdido con Juárez y Lerdo de Tejada, está muy sabroso. Por lo que lo dejo en el tintero para mejor ocasión

Bibliografía Sierra Partida, Alfonso. Perfiles de grandeza en la historía de México, Departamento del Distrito Federal, México, 1978.

2 comentarios:

  1. Pues Morelos era muy estricto en cuestiones religiosas, no aceptaba a quienes no eran católicos, así que el que a hierro mata...
    Bites & Bloody Kisses.

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  2. LO que parecería ser contradictorio con la manera que se ensañaron con él. Su verdadero pecado a los ojos de la Iglesia fue que en la constitución de Apatzingan que promulgó; no se nombraba a la religión católica como la única válida para los habitantes de América -a diferencia de la constitución de Cadiz que si lo hacía- lo que implícitamente le abría la puerta a otras opciones religiosas. Por eso lo torturaron.
    Bites & Bloddy Kisses too.

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